
Una nueva vida crece dentro de tu cuerpo y tu organismo se adapta para recibir a tu bebé. Fortalece tu mente y tu organismo.
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Adopta una dieta balanceada que te permita mantenerte en forma y ayudar al crecimiento de tu bebé sin comer el doble[1]:
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Consume alimentos ricos en proteínas provenientes de fuentes seguras como carnes magras, pollo sin piel, huevos, frijol y otras proteínas vegetales como: granos secos y tiernos. Consume pescado máximo dos veces por semana [2].
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Incluye en tu dieta frutas y verduras [2] en abundancia, para garantizar un aporte de vitaminas y minerales.
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Elige cereales integrales (arroz integral, pan integral, pasta integral) [2].
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Incorpora más lácteos bajos en grasa, que son una buena fuente de calcio y otros nutrientes [2].
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Evita las bebidas gaseosas y los alimentos ricos en grasas y azúcares [2].
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Tu médico te orientará sobre cuánto peso debes aumentar durante el embarazo para así controlarlo regularmente [1].
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Pregúntale a tu médico acerca de la necesidad de tomar un suplemento alimenticio prenatal de vitaminas y minerales [1].
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Mantente bien hidratada. La hidratación es esencial para prevenir dificultades en la circulación, hinchazón excesiva e infecciones urinarias [1].
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No consumas alcohol. Tal como los alimentos, todo lo que consumes llega a tu bebé a través del cordón umbilical y el alcohol no es la excepción. Esta sustancia no es benéfica para la formación del cerebro de tu bebé ni para su crecimiento [1].
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Reduce el consumo de cafeína; el exceso de esta sustancia puede ocasionar que pierdas a tu bebé o un parto prematuro [1].
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Mantente activa. El ejercicio físico siempre es aconsejable: podría ayudarte a prevenir o disminuir los eventuales síntomas y a prevenir la pre-eclampsia y la diabetes gestacional. Además, dormirás mejor y podrás regular tus emociones. Elige actividades de bajo impacto como caminar, nadar, bailar o montar en bicicleta [1].
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Mantén una higiene oral adecuada y asiste regularmente al odontólogo [1].
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No fumes. El humo del tabaco es nocivo para tu salud y la de tu bebé [1].
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Consulta inmediatamente a tu médico si presentas síntomas de alarma como sangrado vaginal, hinchazón severa de la cara o las manos, dolor de cabeza intenso, dolor abdominal intenso, fiebre, vómito persistente, dolor al orinar, visión borrosa, mareo o reducción de los movimientos de tu bebé [1].
Referencias
- US. Department of Health & Human Services. Office of Women’s Health. Staying healthy and safe. Disponible en: https://www.womenshealth.gov/pregnancy/youre-pregnant-now-what/staying-healthy-and-safe. Consultado el 12 de agosto de 2020.
- National Health System. Have a healthy diet in pregnancy. Disponible en: https://www.nhs.uk/conditions/pregnancy-and-baby/healthy-pregnancy-diet/. Consultado el 12 de agosto de 2020.